COSAS QUE NO SABIAS DE ISAAC NEWTON
Sir Isaac Newton murió virgen.
Tenemos la idea de que el genio, consagrado a su trabajo y a sus objetivos profesionales, siempre en una nube, apenas tiene tiempo para los placeres mundanos, incluyendo los carnales.
Todos conocemos artistas que, por el hecho de serlo, son tocados por un sexappeal que resulta irresistible para muchas mujeres. Sin embargo, en el campo de las ciencias, la bata blanca y el aire geek no parecen ser tan sexualmente atractivos. O quizá son los propios científicos, tan objetivos y analíticos ellos, los que no le encuentran la gracia a un acto tan desordenado y poco higiénico como el coito.
Ello ha contribuido, quizá, a que muchos científicos, además de ser considerados mad doctors como los que aparecen en las películas, también se hayan convertido en criaturas asociales, insulares, con cierto reparo a la hora de entregarse al sexo. ¿Sexo y creatividad científica están reñidos?
Entre muchos de los casos recogidos, quizá los más radicales sean los 3 siguientes:
Nikola Tesla (1856-1943), ingeniero electrotécnico e inventor de origen croata, murió virgen a la edad de 87 años. Ante el gesto de una joven enamorada para besarle, Tesla reculó aterrorizado.
Isaac Newton (1642-1727), además de ser el padre de la gravitación universal, no mantuvo ninguna relación amorosa hasta la mediana edad. Algunos historiadores, además, conjeturan que nunca consumó ninguna de sus relaciones. De ser así, murió virgen a los 85 años.
Paul Erdos (1913-1996), el matemático húngaro que dedicó toda su vida a los números, llegó a publicar 1.475 trabajos académicos. Sin embargo, llegó a confesar que no tenía tiempo para abandonarse a los placeres de la carne, así quemurió virgen a los 83 años.
A todos ellos les debemos grandes avances en el pensamiento científico, tal vez gracias a su entrega casi monástica a su trabajo. Y quizá sea cierto aquello de que el trabajo apasionado es mejor que el sexo. Eso espero por su bien.
Sir Isaac Newton fue un físico, filósofo, inventor, alquimista y matemático inglés, autor de los Philosophiae naturalis principia mathematica, más conocidos como los Principia, donde describió la ley de gravitación universal y estableció las bases de la mecánica clásica mediante las leyes que llevan su nombre. Entre sus otros descubrimientos científicos destacan los trabajos sobre la naturaleza de la luz y la óptica (que se presentan principalmente en su obra Opticks) y el desarrollo del cálculo matemático.
Newton y el silencio.
Fue elegido miembro del Parlamento británico en 1689 como consecuencia de la defensa que había hecho de los derechos de la universidad de Cambridge frente al impopular rey Jacobo II. Acudió durante varios años a la Cámara aunque nunca intervenía. En cierta ocasión, Newton se levantó del escaño durante una sesión, haciéndose un gran silencio para escuchar las palabras que el ya entonces respetado sabio iba a dirigirles por primera vez. Newton dijo: “Perdón, ¿podría alguien cerrar aquella ventana? Hay corriente de aire y se me puede caer la peluca”. Ya nunca más volvió a tomar la palabra en el Parlamento.".
Newton y el rencor.
Newton trabajaba intensamente sobre algún tema científico durante un tiempo, seguido luego de un largo período de inactividad. La teología y la alquimia fueron objeto regular de su estudio. También llegó a ser “Master of the Mint” (responsable de la Casa de la Moneda británica). Aunque modesto, Newton era de carácter susceptible y nunca olvidaba las críticas sobre su trabajo, dejando de considerar a aquéllos que lo habían hecho. El caso de Robert Hooke es notable, ya que había sido especialmente crítico con el primer trabajo de Newton sobre óptica. La enemistad entre los dos hombres se prolongó a lo largo de toda su vida. Así, mucho años más tarde, en una carta dirigida a Hooke, escribió Newton: “Si he llegado a ver más lejos que muchos hombres, es porque me he apoyado sobre hombros de gigantes”… y Hooke era muy corto de estatura – casi un enano.
Newton y Dios
Estaba un día Isaac Newton en su laboratorio haciendo unos experimentos cuando llegó a verle un amigo suyo que, mirad por donde, era ateo.
Y resultó que Newton estaba trabajando en un proyecto acerca del universo y tenía una preciosa maqueta colgada con hilitos y esas cosas del techo; la maqueta era muy chula, tenía todos los planetas, con diferentes colores, y cada uno tenía incluso sus diferentes lunas.
Pues hete aquí que entra este amigo ateo y le dice a Newton: "vaya, qué bonita maqueta tienes ahí, ¿quién la hizo?" Y Newton, muy cuco él, le
contesta: "nadie; simplemente apareció" Y el amigo, un poco mosca, le dice: "¡pero qué dices, Isaac, es imposible que haya aparecido ahí por generación espontánea!" Y Newton, más cuco todavía que antes, le contesta: "Bueno, ¿por qué no? Al fin y al cabo tú siempre me dices que el verdadero universo no fue creado por nadie, que simplemente apareció".
Newton y las persecuciones.
Cambridge, 1695. Newton se recupera del fracaso de las tentativas de transformar en oro los metales que lo habían tenido en vilo cientos de horas
febriles desde su entrada en la universidad, 30 años antes. Para los hombres de su generación, se trata todavía del gigante capaz de someter el movimiento de los astros al rigor de las matemáticas, pero los científicos más jóvenes se entretienen enviándole preguntas que tal vez no sepa contestar. Para vencer su depresión, Newton decide un cambio de carrera sorprendente: abandona una vida académica prácticamente sin obligaciones, y se traslada a Londres para ocupar el puesto de guardián de la Casa de la Moneda, en el que no tiene experiencia alguna. Además, su llegada coincide con el momento más difícil de la institución, arruinada por las enormes inversiones que requiere
la guerra contra Francia y por la proliferación de falsificadores. La práctica más común de estos ladornes, conocidos como clippers, consistía en acuñar monedas falsas con el polvo de plata que se había ido limando del borde de las auténticas, sin que la reducción de tamaño fuese perceptible.
Aunque el delito estaba penado con la horca, la dificultad de perseguirlo condujo a los responsables de la ceca londinense a una solución extrema:
requisar todo el dinero en circulación, fundirlo y acuñar nuevas monedas. Fue en este proceso donde se produjo la primera intervención genial de Newton, que pensó que dibujando estrías en el canto de la nueva divisa se evitarían futuros fraudes; las mismas estrías que presentan hoy los euros. Sin embargo, lo que el científico no sabía es que entre sus cometidos como guardián no sólo estaba el de coordinar esta tarea, que dejaba a medio Londres sin dinero, sino también el de investigar todas las denuncias que se recibían en
la Casa de la Moneda.
Newton iba a ser uno de los tantos que mueren al nacer:
Su nacimiento fue excesivamente prematuro, por lo cual no se creía que sobreviviera, sobretodo porque era extremadamente pequeño al nacer.
Gracias tio
La madre de Newton desesaba insistentemente que el joven de 17 años se convirtiera en granjero ya que era la actividad principal de la familia.
Fue gracias a su tío que pudo ingresar al Trinity college en Cambridge.
Que hubiese pasado si el hombre que según las encuestas fue el más aportador a la ciencia de todos los tiempos, Hubiese sido granjero!.
NO COMMENTS
Corría el año de 1649. La abuela observaba, fascinada, los intentos de su nieto de cinco años para cazar un ratón en el jardín. El niño acechaba al
roedor en la entrada de la madriguera, le ofrecía semillas como cebo, esperaba con paciencia de depredador.
Como el león ante la cierva, el pequeño, por fin, logró su objetivo: el ratoncito quedó prisionero entre unos trapos viejos. La abuela no preguntó
qué era lo que el nene pensaba hacer con él. Al día siguiente, el jovencito inglés presentó a sus mayores el último invento de su creación: un mínimo molino a escala, con su noria, su muela y sus engranajes, diseñado y construido con sus propias y pequeñas manos. El ratón capturado el día anterior aplicaba su fuerza motriz, como un microscópico asno. Un molino perfecto y funcional, movido por la tracción de
un ratón… Recordemos que el pequeño ingeniero tenía sólo cinco años…







